TAMIYA HONDA PRELUDE XX 1/24. 24032
El Honda Prelude XX es una obra maestra de diseño y tecnología. La maqueta de Tamiya reproduce fielmente cada detalle que convirtió a este coche en un símbolo de estilo y rendimiento, desde sus líneas limpias y su perfil bajo hasta su interior futurista.
Características destacadas que te fascinarán:
- Reproducción Fiel a Escala 1/24: Este kit de plástico captura con precisión las proporciones y la silueta inconfundible del Prelude de segunda generación. La escala 1/24 es ideal para exhibición, permitiendo apreciar cada detalle sin ocupar demasiado espacio.
- Detalle del Motor y el Chasis: El kit incluye piezas detalladas para recrear el motor de cuatro cilindros y los componentes del chasis, lo que lo convierte en un proyecto gratificante para quienes disfrutan del modelismo técnico.
- Interior Detallado: Los detalles del interior, como el salpicadero, los asientos y el volante, están meticulosamente moldeados para reflejar el diseño ergonómico y deportivo del coche real.
- Piezas de Calidad Tamiya: Tamiya es sinónimo de ajuste perfecto. Las piezas del kit están moldeadas con precisión, garantizando un ensamblaje sin problemas y un acabado de alta calidad.
- Ruedas y Neumáticos Realistas: El kit incluye réplicas detalladas de las llantas de aleación y neumáticos de goma, que añaden un toque de autenticidad al modelo terminado.
- Calcas y Ventanas Claras: Incluye una hoja de calcas de alta calidad para los emblemas y los detalles del salpicadero. Las piezas de las ventanas son claras y transparentes para un realismo superior.
El Honda Prelude XX: Innovación y Estilo a la Japonesa
El Honda Prelude de segunda generación (1983-1987), conocido en algunas versiones como Prelude XX, fue un hito en la historia de Honda. Con su diseño de perfil bajo, faros escamoteables y una amplia superficie acristalada, el Prelude ofrecía una estética deportiva y elegante que lo diferenciaba de sus competidores.
Más allá de su belleza, el Prelude era un escaparate tecnológico. Fue uno de los primeros coches de producción en ofrecer un sistema de suspensión de doble horquilla en las cuatro ruedas, lo que le proporcionaba una excelente estabilidad y manejo. Su motor, un 2.0 litros de cuatro cilindros, ofrecía un rendimiento suave y una fiabilidad legendaria. El interior era igualmente innovador, con un salpicadero «flotante» y una instrumentación diseñada para el conductor. El Prelude no solo era un coche, sino una declaración de la capacidad de Honda para combinar estilo, tecnología y una experiencia de conducción gratificante, convirtiéndose en un clásico de culto y un precursor de la era de los coches deportivos japoneses.
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